Verano y otoño de 1936
Paracuellos (Cementerio de los Mártires)
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"Aquí fue el lugar"
"Aquí fue el lugar" es el nombre de una de las composiciones de Sergio Cardoso para la película "Un Dios prohibido"; la misma que sonaba en el coche cuando tomé el desvío hacía el Cementerio de los Mártires de Paracuellos. Tras aparcar, caminé hasta la puerta y, nada más entrar, y avanzar lentamente frente a los pequeños monumentos que se levantan sobre las tumbas empezó a rebotar en mi cabeza "esto es terrible". Cruces en hileras infinitas se extienden por la explanada que preside una cruz enorme. Muchísimas de ellas son anónimas; son las que más reclaman la atención del que las observa, porque son las que causan más tristeza.
Comencé a leer nombres y nombres,... imposible recordar ni tan siquiera una pequeñísima parte... Cierto, es terrible. Tanto que es muy difícil describir lo que allí hay.
El último camino
No sabía qué hacer; era tan enorme la impresión que produce ese lugar que caminé y caminé hasta encontrar una senda marcada en la tierra por unos adoquines blancos: "El lugar donde los fusilaron". Y el lugar milagroso, porque entre tanto silencio, y tanto dolor, justo ahí, en ese camino, se abren los árboles y se respira diferente... es el eco de las palabras de perdón que allí pronunciaron tantos fieles a Cristo a punto de perder la vida. En las márgenes de esa vereda hay unos monolitos que recuerdan a los mártires Agustinos y a los Oblatos... no miento ni exagero si digo que esa parte es diferente porque allí fue el lugar donde cientos de mártires subieron directamente al cielo.