P. Jorge Ayala, CMF: "Inquietudes sociales del Mártires claretianos de Barbastro".
En una carta del seminarista Sebastián Riera, enviada a sus padres en 1935, se hace eco de que muchos de sus compañeros, tienen familiares en la Federación de Jóvenes Cristianos de Cataluña; estos son, por ejemplo, Ramón Illa, Miguel Massip, Salvador Pigem, Joan Codinachs. Era un movimiento activo en defensa de los valores cristianos. En el martirologio se recogen unos trescientos jóvenes de la Federación.
A Faustino Pérez lo enviaron de prueba a hacer el servicio militar; cuando vuelve, escribe a sus padres una carta en 1936. Dice que durante el viaje había observado que la gente se había vuelto provocadora. Que había visto unas aragonesas que, con insignias comunistas, iban cantando unas coplillas muy intencionadas. Narra cómo visita a la Virgen del Pilar; y le pide "fuerza de luchador, y generosidad de misionero para ser apóstol de nuestro siglo, y para ser apóstol de España".
Al salir del templo, explica cómo va apesadumbrado, porque las cúpulas agrietadas le parecen metáfora de la fe general en ese momento; sostenida artificialmente.
En la carta del mismo a la Congregación, cada uno pone su deseo, muchos de ellos destacadamente solidario con la cuestión de los obreros y de la situación de España.
Pero dejaron otros escritos. En un paralelepípedo de madera, se lee: "Viva el reinado social cristiano". "Obreros, los mártires morimos amándoos y perdonándoos; muchos hemos ofrecidos nuestras vidas por vuestra salvación, ved si es sincero nuestro interés por vosotros. Estáis envueltos en errores sociales y religiosos. Os lo dice uno que dentro de cinco horas va a morir". "Que vean, Señor".
Y en la pared: "A los que vais a ser nuestros verdugos, os enviamos nuestro perdón; obreros, os amamos. Viva el reinado social cristiano". José Bengaret: "Muero tranquilo, después de haber recibido todos los santos sacramentos. Muero inocente. No pertenezco a ningún partido político; lo tenemos prohibido por nuestras constituciones. Acatamos todo poder legítimamente constituido. Pido perdón a mis enemigos". Manuel Martínez: "No nos han encontrado ninguna causa política, y sin juicio, moriremos todos contentos por Cristo, por su Iglesia, y por la fe de España". Luis Massip: "Jesucristo, por ti muero; acepta mi vida por la salvación de España y de la familia". Miguel Massip: "Señor, perdono de todo corazón a mis enemigos, y os pido que mi sangre, que solo por vuestro amor he derramado, lave tantos pecados como se han cometido en este Barbastro mártir". Ramón Illa: "Voy a ser fusilado por ser religioso y miembro del clero". Salvador Pigem: "Nos matan por odio a la religión. Nos fusilan únicamente por ser religiosos".
Desde hacía algunos años, los seminaristas de Barbastro eran conscientes del deterioro social, político y religioso de España. Ni la monarquía ni la República habían sido capaces de frenar ese deterioro. Poco a poco, las fuerzas socialistas, anarquistas y sindicalistas habían ido atrayendo a la clase trabajadora. Para esas formaciones, la religión era un estorbo y había que eliminarla. Los seminaristas por su parte estudiaron la Doctrina Social de la Iglesia. Un grupo de ellos, estaba especialmente afectado por el problema obrero en Cataluña, y en España en general; soñaban formar parte llegado el momento en los grupos de obreros católicos, como consiliarios o animadores.
Estando en el salón cárcel de Barbastro, algunos seminaristas tuvieron la oportunidad de intercambiar algunas palabras con los milicianos, a los que les explicaron que eran hijos de familias obreras. Y por qué eran religiosos. En ningún momento los milicianos les oyeron una palabra malsonante o les vieron un mal gesto, ni siquiera contra el pueblo que gritaba "¡matadlos!".
Los seminaristas conocen, pues, la gravedad del problema español y comparten con los milicianos el deseo de una mejora de la situación. Pero no comparten los medios, anteponiendo el fin a la vida misma de las personas. Por eso prefirieron morir serenos aclamando "Venga a nosotros tu Reino de paz, justicia, y Amor".
